nueva numancia-antón martín
los tres minutos que faltan
los tres minutos que faltan
agarrando sus capullos a dos manos,
adentrarse entre mis piernas.
Canta Rocío Jurado y a mí se me quiebra algo entre las costillas, creo que es el sentimiento, porque de repente me encuentro muy viva muy viva como si yo también pudiera agarrar a la Faraona y decirle "te quiero Lola y en el firmamento todos los dioses me estarán jaleando pa quererte más". Como si yo pudiera tener así...
No me entendería sin el agua. El mar me ha esculpido como si mi cuerpo fuera costa. No lo llamaría huir sino llegar. Siempre llegar a casa, donde a veces el azul es como la brea y a veces es incoloro. Debajo yo encontraba, antes, fósiles de gusanos que vivieron cuando allí no había océano. Mi abuela los removía...
para dar de comer a la boca amante
yo no la mandaría a terapia sabes?
optimista porque no tenemos
pulcramente descompuesta
a dejarme la vista entre vidrieras
Tienes tol pelo llenu de teles de araña. No doy crédito. Ay madre ay madre esto ye muy gordo… ¿Bueno Lola de verdá vas a llevar eso? Haz el favor. Me muero de perceguera. Y risas risas muchas risas.
Está la lápida que enumera muertes prematuras y todos los cerdos sacrificados en la parte trasera de los marcos donde mis primas sonríen. Un cajón vacío que todavía contiene el olor a rosa de los pañuelos perfumados de la que se enterró por último bajo la lápida que mencionaba.
que vas a volver a estar a punto
de arquitectura ni de horario.
todas las partículas venenosas