Plural
29.06.2018
Está la de la mirada brillante,
que es alegre como pimienta saltarina,
la de los escotes montaña rusa
o encajes algodón de azúcar.
Una pelona, maloliente, suya;
una mariposa de mantequilla.
Hay otra como el arroz,
con las montañas adentro.
La hay en R mayúscula,
como un trueno pagano.
La que es más voz que nada,
pura cuerda y de puro cuerda.
Una desquiciada, exageradamente loca.
La que va siempre persiguiéndose el corazón
con la exclamación a flor de piel.
La hay sagaz y búho,
disidente en médula.
Hay vuelcos,
les hay, las hay,
nos hallamos.