Esta vez me lo dijo Silvia
- Es gracioso porque a veces hay un señor tocando música de cámara mientras la gente camina por la pasarela mecánica y parece una película futurista.
- Sí Lola, es muy gracioso, me meo de la risa.
Aunque no sea gracioso y a todas os haga gracia que empiece mis relatos diciendo que todo es gracioso, es cierto que en Nuevos Ministerios hay un hombre con un violín que te hace saltar a los salones del Versailles de Luis XVI. Así, para llegar a Cantoblanco, una debe colarse entre los faldones de las duquesas, esquivando sus bailes de tacita de feria.
Cuando estaba en la ESO grabé la lección en mi teléfono móvil y me aprendí de memoria la cantinela que decía: "El Renacimiento es un movimiento de renovación cultural que nació en Italia en el S.XV y se extendió por Europa durante el S. XVI". Esto- y la tabla periódica- se mezclaba con la música pop que almacenaba en mi dispositivo. ¿A qué venía este rollo?
Silvia dijo que me había recogido el pelo con la Virgen, después se corrigió y decidió que mi pasador mostraba a un "bebé renacentista". Es bastante evidente que llegado ese punto de la noche acumulábamos un par de botellas con la tripa vacía. La crema helada se había vuelto líquida y escasa. Esta vez no tomó el último metro porque se había tomado demasiados últimos tragos y se quedó medio dormida con la cabeza sobre mis piernas mientras yo me inventaba las canciones de la película que había elegido.
En el mismo sofá, un viernes con cerveza y un sábado con vino, descubrimos que o bien el zodiaco tiene algún tipo de sentido, o bien las grandes mentes piensan parecido. Con momentos de introspección escondidos muy adentro, las dos escupimos y asentimos por turnos. "Este lleva pistacho, y este lleva... pistacho". Y le dimos la razón muy intensamente a los versos de Take on me, pintando a dos malas personas que destrozan como la ciclogénesis explosiva Ana. Honestamente, no me gustaría que la parte de "me iré en un día o dos" fuese cierta esta vez. Total, dice que todo tiene el mismo final, nos morimos y da igual cómo se termine una serie, a todos les espera la nada. Mientras tanto quiere, en cambio, mejorar los guiones.
Se despertó con una canción excesivamente positiva que celebra que todos los días salga el Sol, cuando realmente nos alegrábamos porque no se dejase ver. Bailamos como gusanos la introducción de la canción de los ochenta que ya he mencionado y se fue con un desayuno de Rey y mi jersey granate. Por el momento el Reina Sofía hace que tenga que aguantar gritos de "¡loca enferma!" en mitad de la noche, y después será el mar, y después la certeza de que tengo por amiga a una rana.