Evanescencia
17.05.2019
Identidad construida
siempre de lo que termino por no ser.
De geranios rojos
que se quedaron sin pétalos,
de amapolas
despegándose de las paredes
al abrir el balcón.
Me asomé descalza
y la colchoneta estaba empapada
en lluvia amarilla como la lejía.
Pies sin sangre,
con cráteres
y dolor hereditario,
que en inglés se parece más a pena
-en Asturiano no lo sé-.
Diez minutos cada paso,
así no duermo,
y mañana cuesta otra vez
pensarse siendo,
pensarse.