Génesis
28.05.2018
Partir
es vaciar el presente...
de inmanencia.
Despojado el instante
de su esencia material,
no es sino reflejo
del estuario donde mueren
memoria y sueño en caudal.
Atemporal torna la ausencia,
sumida en colisionar
de lo vivido y lo esperado
que luchan por dominar.
Choque chispeante
explosiona, agonía celeste,
y se esparcen las estrellas
pretendiendo abarcar
la vida en una bóveda
que anhela ser cristal.
Luto de carbón ha descendido
al empañarse en cenicientos humos
la tutela del quinqué.
Profunda noche del alma,
sombra fiel de la partida,
como un manto de Manila,
canículas ha de suceder.