La depresión es una vivencia queer
La depresión es una vivencia queer. La inadecuación es la base de la depresión. El neoliberalismo colonial es cisheteronormativo. La normatividad afirma subjetividades. La afirmación tiene como contracara la negación. La negación es queer. No soy el no. Soy queer. Lo estoy siendo.
Me duele mi lengua. Me duelen mis lenguas. Mejor dicho, pronunciado, escupido: me duelen las lenguas de un resto adecuado. Están hechas de acero inoxidable. Dejan fuera de sí mi experiencia de los placeres. Me han dicho muchas veces que el sexo entre "mujeres" no es follar. Pero follar y "mujeres" en mis lenguas tienen muchas acepciones. Cuando las enuncio: ¿hay alguien ahí? Escuchas pero no entiendes, tu lengua no lo abarca.
Soy retorcida, la rectitud me provoca escoliosis. Soy demasiado susceptible porque tus palabras tienen mucho más contenido emocional en mi lugar del mundo. VosotrOs sólo veis un mundo. Además, parece importaros demasiado ese mundo, pero sólo ese. Soy, entonces, invisible. Mal-leída. Preconcebida.
¿Cómo se afronta el miedo queer? Mi miedo queer tiene fundamentos normativos. Temo a la pérdida. Temo ser menos. Me aterroriza el rechazo, pero el rechazo es mi condición existencial de base. ¿Por qué nos cala un miedo cuadrangular si somos indibujables?