Bea
Nos besamos en el barrio de Gracia porque sonaban guitarras y teníamos una complicidad hermosa. Yo llevaba una camisa granate y tu pelo se enredaba sobre sí mismo. Miramos la copa de un árbol desde el suelo porque volver a casa era frío.
Nos besamos en una calle de Malasaña porque había estado bebiendo cerveza desde las nueve de la mañana. O porque me gustabas mucho.
Me escribiste un poema sobre espejos y ceniza que te captura más a ti que a mí. Me cuidaste. Me abrazaste la porquería.
Nos fuimos solas de fiesta. Una vez escribí mi nombre fatal en la recepción de tu residencia. Me quitabas siempre la manta. Me llamaste "encantadora". Fuimos al Carmel en Sant Jordi para prepararle una sorpresa a nuestra amiga y su novia y nos bebimos una lata y me lo pasé muy bien.
Después del examen de micro estuvimos en el Parc de la Ciutadella y me sentí muy viva.