Soneto de ultramar, de las rosas prematuras
13.06.2018
Manto anciano es sedosa podredumbre
agazapada sobre la hermosura.
Se apaga, liviana, la lumbre,
ante cándidas rosas prematuras.
Admiración no muestran, por costumbre,
los moscardones con coraza oscura.
Prefieren transformar seda en herrumbre,
parasitando vanidez impura.
Impaciente vegetal de almohadón,
mustia escultura errada, marchita,
no hay estío si hayas frío el corazón.
Si soy temblor, pálida margarita,
y carne caliente ansía el pulgón,
flor, no asomes: la vida aún tirita.