Tormenta
26.05.2018
Algodones eléctricos
atraviesan cabezas de teja.
Cólera consigo.
Resurrección explota
quebrando costillas.
Espumas arrastran grises
que destiñen las entrañas.
Traga la tierra subterránea
los venenos. Desasosiego
gotea por las cañerías.
Todas las lavadoras
están en marcha,
centrifugantes,
y aún así no logran
arrancar las carreteras
ni las chimeneas con gastroenteritis.
Escopetas arrojan perdigones
contra mi persiana
con los puños prietos:
resquebrajarme añoran.
Hendíos, por favor,
en mis carnes.
Quiero ser esponja:
chorrear los tumores,
desangrarme los temores,
que pudren el alma.