Cantarlo todo
Dormida le pasaban muchas cosas. A veces se quedaba atrapada en un cuerpo desplomado que no quería despertar, otras no lograba descender a la respiración boba y plena y abría los ojos con el primer rayo de luz. Le servía ponerse a leer y ocupar el pensamiento. En las malas noches las sábanas de franela se soltaban y se le...